¿Con más de 30 años que aprendes de la vida?
La vida después de los 30 años: amor, familia, amigos, trabajo, metas personales.
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La vida después de los 30 años: amor, familia, amigos, trabajo, metas personales.
Pues hoy es mi cumpleaños, un año más -en realidad es uno menos ¿no?- jaja como sea, quiero aprovechar la oportunidad para escribir algunos de mis pensamientos en temas muy concretos de la vida y que nos atañen a todos.
Y es que cumplo un año más en la década de los 30; en realidad me daba igual decir cuántos años tengo, pero desde que la gente me adjudica en ocasiones hasta 28, me divierte hacerlo, así que dejémoslo en incógnita.
Así que aquí algunas cosas que piensas después cuando eres un hombre después de los 30 años; un hombre como yo, claro jaja.
Amigos. Pienso en todos constantemente; aunque haya distancia, aunque yo sea medio distante, pero los pienso: Laura, Dayna, Amelié, Sofía, Iván, Diana Melliza, Viris, Nalle, Pech, Omar, Mau, Fer, Tere, Itza; todos mis amigos que alguna vez fueron pilares en distintas épocas de mi vida.
Sé que pensarlos no ayuda mucho, pero seamos honestos: los estilos de vida cambian, o simplemente parece que la mejor forma de funcionar es en comunicación diaria pero sin vernos.
O en otros casos, persisten esos detalles de comunicación en los que no sabes cómo tratar a ese amigo o amiga; no te queda claro qué hacer y optas por alejarte.
Pero definitivamente después de los 30 años te das cuenta de que la amistad se puede resumir en unas cuantas personas, que son atemporales: no pertenecen al pasado, ni al presente; simplemente existen.
Familia. Para mí familia es mi mamá, mi sobrina, mi hermana y yo. No somos una familia tradicional; es más, como desde los 8 años no he tenido una familia normal por el fallecimiento de mi padre.
Así que eso de la familia no se me da; pero algo curioso es que, pese a otras personas, esa ausencia de familia, no me ha hecho desear tener la propia.
Creo más en la familia como un grupo de apoyo: yo ayudo a mi mamá, ella me ayuda; mi sobrina aún es pequeña pero quizás algún día ella nos ayude; mi hermana es caso aparte, simplemente no la entiendo y no embona en este concepto; ahora solo deseo que sea feliz con sus decisiones.
Antes me sentía triste porque desde mi perspectiva me hubiera gustado que mi hermana fuera diferente; pero es probable que ella piense lo mismo de mí, así que simplemente deseo que sea feliz con sus decisiones.
Trabajo. En realidad ha sido una vorágine. Desde 2007 hasta 2016 siempre había trabajado en dinámicas de «yo y mi jefe» y ya; pero desde hace más de año y medio me he enfrentado a trabajar en agencia de marketing digital, lo cual no ha sido sencillo: egos tontos, inseguridades presentes en forma de protagonismo, hasta traiciones innecesarias.
Perooooo por otro lado, el más positivo por supuesto, ha sido el aprendizaje; yo ya tenía varios conocimientos en digital, pero fue hasta aquí, que en esa hoguera de vanidades burdas he podido mostrar mi talento poco a poco.
Cierta marca de pinturas jajaja tiene parte ya de mi corazón; pues ha permitido capitalizar justamente ese talento; gracias a los involucrados en el proyecto aquí en la agencia que han tenido disposición para sacarlo adelante y dejarme compartirles -e imponerles jajajaja- mi entusiasmo; también a mi ¿jefe? indirecto de ahí -es cliente pero suena raro; de algún modo es jefe ¿no?- y a todos los que allá han confiado en nosotros.
Ojalá la buena vibra y cariño que le tengo a esa marca perdure forever y que todo simplemente mejore para el proyecto, del cual deseo formar parte durante más tiempo.
De igual modo mi trabajo actual me ha permitido conocer a gente muy valiosa, a la que quiero mucho y que me ha demostrado que quienes buscan hacer un mundo mejor sí existen, específicamente el querido Iván; o el equipo que me ha cobijado durante estos meses, con sus más o sus menos, pero ahí han estado: Gabi, Tamsi, Ilz, Au, Kari, Lib, Rick, y los nuevos que poco a poco se integran.
Y en general ha sido una etapa increíble en mi vida; salvo por el sismo del 19 de septiembre pero bueno.
Amor. Después de los 30 creo firmemente que las relaciones de pareja no son para mí jaja perdón, me estresa; no me gusta, no creo que sea por algún trauma o conflicto, simplemente no me termino de acostumbrar a la idea de compartir «todo» con alguien más.
Ni siquiera me imagino viviendo con alguien en forma de pareja, ni creo en decir Te Amo; con mucha modestia, creo que mi visión del amor es más lógica y verídica que la de los demás; creo en los hechos, no en las palabras.
Pero tampoco me cierro, si alguien puede hacer que me sienta a gusto con su persona yo feliz.
Algo que me agrada, es que no tengo ningún resentimiento hacia la vida o las personas, y por eso mismo no me causa conflicto estar sin pareja o en soledad; de hecho me gusta mucho.
Que por cierto, siempre me anda rondando alguien que será lo más cercano a una relación que tenga en la actualidad jajaja… ¡cómo me aguanta eh!
Metas personales. La verdad nunca he sido una persona de las grandes metas; para mí ir a unos Juegos Olímpicos era lo máximo; inalcanzable e imposible…hasta que lo hice…y ya dos veces; ha sido de lo mejor en la vida.
Nunca he buscado sobresalir, ser reconocido o destacar en algo; no creo que el reconocimiento sea la mejor manera de medir tu éxito personal o incluso profesional; a veces para lograrlo debes hacer cosas funestas como pisotear gente o traicionarte a ti mismo y es algo que yo, definitivamente nunca haré; o al menos no tengo la intención de hacerlo.
La única meta que no he cumplido, y me frustra es la de bajar de peso… es increíble que hayan pasado 11 años desde la última vez que pesé 76 kilos… pero es cuestión de disciplina y hábitos, aunque el sistema tampoco ayuda mucho, pero bueno, ahí la llevo otra vez.
Y es que cuidar la salud después de los 30 es vital para hombres o mujeres.
Metas socialmente impuestas. ¿Se han dado cuenta de que muchas de nuestras metas están sujetas a lo que colectivamente «debe ser»? En ese sentido me hace falta una casa, un coche y un trabajo mejor remunerado.
Pero son ondas más sociales, aunque también del modelo en que vivimos y que aunque no nos agraden mucho, debemos luchar por ellas ya que a final de cuentas representan bienestar o una ventaja.
Eso sí: para nada se anden comparando con los demás, neta eviten eso nunca sabrán qué tan amargo es el éxito de los demás, o todo lo que han hecho/dejado de hacer para conseguirlo; cada quien su momento y sus triunfos.
Y pues nada, así es esto de después de cumplir 30 años si eres hombre… un hombre como yo jajaja.
Gracias a todos los que han aportado algo positivo a mi vida; los quiero más de lo que se imaginan.
#GraciasPorEstarConmigo
Fascinante
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