Iguanario de Manzanillo: ¡es como un mini Jurassic Park!
Existen lugares sencillos pero que significan una gran experiencia
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Existen lugares sencillos pero que significan una gran experiencia
El Iguanario de Manzanillo -su nombre original es «Iguanario Archundia»- es una especie de mini Jurassic Park: tiene cierto aire de misterio, vegetación y reptiles.
No juzguen el nombre de mi entrada, pues finalmente las iguanas descienden de los dinosaurios eh.
Auí podrán ver cientos -literalmente- de iguanas, así como otras especies animales, unas tan simpáticas como mapaches.
Otras que para mí son fascinantes, como los pecarís de cuello blanco; gorditos pero bonitos.
Este denominado «refugio animal», es una de esas atracciones turísticas de Manzanillo más insospechadas.
Lo visité con mi mamá a finales de mayo, en las vacaciones que hicimos a este destono colimense.
Literalmente antes de venir busqué: «qué hacer en Manzanillo» y esta fue una de las opciones que encontré.
Fuimos después de visitar el magnífico Pez Vela de Manzanillo, pues están casi en la misma zona: el centro de este destino turístico.
De hecho está aproximadamente a 15 minutos caminando de la estatua y los lugareños te indican amablemente cómo llegar.
Mi mamá y yo estábamos a punto de no llegar porque no lo veíamos, todo eran casas; caminamos por un río donde vimos tortugas y aves.
Pero llegamos y valió la pena totalmente porque es un lugar único, y que opera gracias a la convicción de la familia Archundia.
Pueden conocer más actividades y novedades de esta atracción turística de Manzanillo en su página de Facebook.
Fuimos en sábado y estaba abierto; el costo de la entrada del iguanario de Manzanillo es gratuito.
Más bien puedes dejar alguna contribución para ayudar a mantener el lugar y para comprar alimento para los animales.
Todo es muy verde, por eso me pareció un «mini Jurassic Park«: muchos árboles y cierto aire de misterio e íntriga.
Cuando llegas puede que nadie te de la bienvenida ni nada, pasas libremente mientras algunas personas del lugar están dando mantenimiento al lugar.
Que por cierto, no se dejen engañar: si ven muchas hojas en el piso, es porque en ocasiones llueve y es comunún que estén ahí.
De hecho, personal del Iguanario Archundia me comentó que todos los días se barre y se limpia.
Cuando entras, y después de superar la curiosidad por estar en un lugar nuevo, ves en el lado derecho un espacio con unos animales muy simpáticos.
¡Mapaches! Todos descansando en un árbol, a primera vista son dos, luego cuatro y cuando ves bien hay hasta seis.
Fue muy lindo verlos descansando y despreocupados, en verdad nos sacaron una sonrisa: «mira ahí hay uno», «ahí hay otro», «pero ¡mira,hasta arriba está uno más!».
Después encuentras una jaula con dos pecarís que se veían bien alimentados y tranquilos.
Nunca había visto estos animales en vivo, me parecieron muy tiernos; es curioso porque siempre que salgo de Metro Víveros, hay una infografía que habla de ellos.
Y verlos «en persona» fue de lo más especial,
El horario del Iguanario Archundia de Manzanillo es de 11:00 am a 4:00 pm, y está abierto los 365 días del año.
Siguiendo el recorrido, encontrarás coatís -los amo-, también en una jaula; nos tocó ver que los alimentaran.
Muy movidos y «animados» cuando se acercó el señor que les daba de comer.
Hablando de alimento, hay que destacar el apoyo que brindan los locatarios del Mercado 5 de Mayo, quienes donan la fruta que se les va rezagando.
Algo importante es que el iguanario es seguro: los animales difícilmente pueden salir de sus jaulas/espacios y hay letreros con indicaciones importantes.
Por ejemplo en las jaulas hay letreros que piden no acercarse ni alimentar a los animales, esto para evitar incidentes.
Puedo decir que todos los animales me parecieron estar en buena forma, y hasta felices; incluso los coatís tenian una llanta para jugar en ella.
También hay una jaula con pericos, de color verde y con cabecita amarilla y un poco de rojo.
Y por supuesto el espacio/jaula donde encuentras algunas iguanas, en realidad hay muchísimas diría que están hacinadas.
Aquí es cuando todo es muy de Jurassic Park: las iguanas se te acercan, especialmente las de gran tamaño.
De hecho este atractivo turístico de Manzanillo te permite alimentarlas.
Para mí fue toda una experiencia jajaja una de las personas a cargo (una señora de aproximadamente 50 años) se acercó y me dio un plátano.
«Solo agárralo y no lo sueltes; no te van a hacer nada», me lo dijo ella en un tono amable, tranquilizador.
Pues ahí voy yo, lo sostengo, se acercan las iguanas, me espanto un poco, casi pensando en un T Rex jajajaja y solo grito un poco «¡no!, ¡no!, ¡no!»jaja; aquí el video de tan chusco momento:
Acto seguido: solté el plátano y las iguanas se acercaron más, sin hacerme nada obviamente.
Una experiencia divertida, e impresionante estar tan cerca de esos mini-dinosaurios, especialmente ver a detalle sus rasgos y piel.
Antes de irme, dejé mi aportación al iguanario; por supuesto sentí intriga por saber cuánto podían reunir de las donaciones.
Y es que el lugar puede parecer, muy austero y evidentemente lucha por tener recursos.
Algunos locales me comentaron que el Iguanario de Manzanillo es defendido por los pobladores.
Incluso la Profepa intentó cerrarlo, pero los vecinos lo impidieron y han apoyado a la familia Archundia.
Quien sí apoya al iguanario, es el Ayuntamiento de Manzanillo, y los recursos se usan para la compra de material y alimento de los mapaches, tejones y pericos.
Francamente pienso que sí podría ser un atractivo turístico con más potencial, pero eso requiere dinero.
Así que vayan, sorprendánse, alimenten iguanas y dejen su donativo, aquí les dejo la dirección del iguanario de Manzanillo: calle 21 de marzo #521 CP 28200, Manzanillo, junto a los canales del IMSS.
Y una frase de Jurassic Park que me gusta mucho, para despedir esta entrada: «la vida se abre camino».
Recuerden que si buscan hoteles en Manzanillo, yo les recomiendo quedarse en Las Hadas by Brisas donde disfrutamos una delciosa comida en su Restaurante Legazpi .
¡Gracias por leer y nos vemos pronto!